Responsabilidades para sus hijos, según la edad.

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La educación de los niños debe estar ligada a la adjudicación de algunas tareas de acuerdo a su edad. Estas labores son base fundamental en el desarrollo de los niños y su desenvolvimiento con el entorno, “los padres son los modelos por excelencia y deben hacerle comprender al niño, con la experiencia, de que él tiene la elección y puede elegir no hacer la tarea, o no recoger el cuarto, pero cada elección trae consigo una consecuencia lógica como la de regresar a casa con una mala calificación del colegio o  hasta que no recoja el cuarto no pueden venir los amigos a visitarlo”.Todo esto realizado bajo el manto del respeto y el amor es simplemente un proceso de aprendizaje, sobre la vida, las responsabilidades y las decisiones a tomar. Los padres deben comprender que las actividades sean apropiadas para la edad y la madurez del niño.

A los tres años: Pueden comenzar a tener hábitos de independencia. A esa edad empiezan a hacer por ellos mismos las actividades relacionadas con la alimentación, la higiene y el autocuidado en general.

A los cinco años: Los niños deben vestirse solos y pueden recoger los juguetes con ayuda, lavarse las manos y los dientes. También pueden hacer tareas como llevar la ropa sucia al cesto.

A los seis años: Debe usar correctamente los cubiertos, bañarse o ducharse solos y peinarse. Ya pueden empezar a ayudar en casa en tareas pequeñas. A esa edad ya deben reconocer sus errores y disculparse cuando hacen algo incorrecto.

A los siete años: Deben mantener su habitación ordenada y ayudar en las tareas del hogar. Pueden levantarse con el despertador y prepararse para ir al colegio solos. Ayudar a hacer su cama, poner la mesa y ordenar sus cosas.

A los ocho años: Comienza la autonomía personal y puede controlar sus impulsos, en función de sus intenciones. Es capaz de organizarse en la distribución del tiempo, del dinero y de los juegos. Todavía precisa alguna supervisión. Pueden dársele responsabilidades diarias: preparar el desayuno, bañarse, etc.

LA ETAPA DEL ‘YO SÓLITO’

Hay una etapa en la que el niño quiere hacerlo todo “yo solito”. Empieza a tener iniciativa, a descubrir cosas y quiere poner a prueba sus capacidades. Aunque a los padres les “desespere” la torpeza con la que actúan, se puede aprovechar esta motivación para empezar a darle autonomía, aunque eso implique que le cueste más hacer las cosas, que las haga mal o que haya que estar pendiente de ellos.

Si se detiene esta iniciativa, luego será más difícil que quiera hacer las cosas cuando se lo pidan sus padres. Obviamente hay tareas que no puede hacer aunque quieran, ya que son complicadas o tienen riesgo, en esos casos se les debe explicar por qué no pueden hacerlo ellos solos.

Desde los primeros años de vida el niño aprende a realizar cosas por sí mismo. En la adolescencia se inicia el interés por la independencia, por lo que es importante que lleguen a esta etapa con autonomía y siendo responsables de sus actos, ya que de otra forma se convertirán en adultos inmaduros o inseguros, incapaces de enfrentarse a los problemas. El niño que se organiza, que resuelve conflictos, que desarrolla iniciativa, es el niño que se siente orgulloso de haber cumplido con su obligación y aún más, si ha sido una tarea bien hecha. Inicialmente, cuando son pequeños los niños cumplen con sus obligaciones para complacer y “hacer feliz” a papá y mamá, pero a medida que crece y con la ayuda de los adultos a su alrededor, comienza a internalizar el concepto de sentirse orgulloso de la tarea cumplida. Todo esto sin olvidarnos que un niño ocupado con responsabilidades (apropiadas y creando un balance en su vida) es un niño que tiene menos tiempo para perder en actividades poco productivas.

También se debe buscar un balance en la vida del niño, tiempo para estudiar, jugar, hacer ejercicios, y por supuesto responsabilidades en el hogar.